Los vínculos de trabajo entre el Gobierno local, las instituciones de investigación y los productores toman impulso en programas diseñados por el país y adecuados a las particularidades de la provincia.
El trazado de estrategias de trabajo que faciliten la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación en la producción de alimentos constituyó la esencia de los análisis entre investigadores y directivos agroindustriales para estimular en Villa Clara 23 programas de cultivos, conservación y mejoramiento de los recursos genéticos y naturales, necesarios en la promoción del autoabastecimiento municipal.
Un 87 %, de los 53 resultados científicos inscriptos por la provincia tiene aplicación práctica, mientras 38 sustituyen importaciones y también generan exportaciones, dijo la Dr. María del Carmen Velasco Gómez, delegada del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) al referirse a datos del informe.
Durante el encuentro la Dra. Arahís Cruz Limonte, vicedecana de la Facultad Ciencias Agropecuarias en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV), apuntó que el Sistema de Innovación Agropecuaria Local (SIAL) tiende a ayudar a los gobiernos municipales a tomas de decisiones y a consolidar la intervención participativa de productores de alimentos.
La coordinadora en monitoreo y evaluación detalló en las redes de trabajo, así como enfoques en cadenas y plataformas multiactorales de gestión, hecho que traza importancia al liderazgo local, el extensionismo comunitario y la suma de implicados para compartir saberes teóricos y empíricos entre todos.
Es un sistema que integra labores agropecuarias de campesinos y el sector estatal representado por el Minag, Azcuba y el Minal, vitales en la soberanía alimentaria y la educación nutricional que acomete el país, dijo.
Por su parte la Dra. Marta Cristina González Domínguez, jefa de recursos naturales y cambio climático en el Citma, recabó la necesidad del cuidado del suelo y el agua, y del empleo de fertilizantes orgánicos y bioplaguicidas para lograr volúmenes de producciones eficientes y más sanas.
Durante el debate, en el cual participaron Yudí Rodríguez Hernández y Alberto López Díaz, presidenta y vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, respectivamente, el Dr. Rafael Gómez Kosky, especialista de la Estación Territorial de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Etica), destacó que fusionar conocimientos científicos junto a la gestión de gobierno y llevarlos a la práctica resulta primordial, pero hay que desengavetar resultados investigativos que por diferentes razones permanecen sin aplicación práctica.
De la industria químico-azucarera y sus derivados el Dr. Erenio González Suárez, profesor de la UCLV, llamó a extremar el cuidado de la vigilancia tecnológica, del montaje de una planta de torula para alimento animal en zonas del ingenio Heriberto Duquesne, en Remedios, centro más diversificado de la provincia. También acotó que «debemos aprender a copiar de los positivos ejemplos que existen en otras partes del país para impulsar el empleo de la vinaza en el cultivo de la caña y en otros procesos productivos».
El Dr. Ciro Sánchez Esmoris, director de la Estación Experimental Agroforestal de Rincón Naranjo, colocó ejemplos de las acciones que asumen los investigadores y extensionistas empeñados en propagar el cultivo de cafeto en las llanuras del centro-occidente cubano.
Dijo que esas zonas recibieron en los últimos años más de 60 millones de posturas salidas de bancos multiplicadores que emplean variedades existentes en la institución, y el fomento del cultivo en muchos lugares resulta satisfactorio, pero todavía están insatisfechos.
Precisó que todo se hace a partir de la producción de semillas de alto valor genético, principalmente de Robusta, propia del cultivo al sol. Anunció que en los primeros días de agosto, con el propósito de intercambiar experiencia, efectuarán un taller territorial en Remedios con la participación de cosecheros de toda la provincia.
Los resultados de ciencia e innovación, corroboró Velasco Gómez, están identificados y la provincia destraba mecanismos para la inmediata aplicación en aspectos de la conservación y el mejoramiento de los recursos genéticos. De igual forma se labora en la producción y certificación de semillas, la sanidad agropecuaria, la explotación de fuentes no renovables de energía, el suelo y el agua, así como la necesaria informatización y automatización de los procesos agroindustriales, y su impacto económico y social en los territorios.
Fuente: www.vanguardia.cu
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